Se juntaron a almorzar en un restorán del puerto para aclarar el escenario electoral. Pedidos cruzados y promesas recíprocas. La posibilidad de una PASO en el Frente de Todos. Y la falsa alarma por el Minella.
Por Ramiro Melucci
–Voy a bancar la decisión que tomes.
Horacio Rodríguez Larreta se lo dijo a Guillermo Montenegro el viernes en un restorán del puerto. En un almuerzo que se extendió durante más de una hora, el jefe de gobierno porteño le preguntó qué iba a hacer. El intendente, según cuentan en su entorno, no reveló la incógnita, pero le garantizó que mantendrá el equilibrio. El jefe porteño lanzado a la presidencia pronunció entonces aquella frase en señal de respaldo.
En momentos en que las encuestas parecen sonreírle a Patricia Bullrich (es lo que repiten por lo bajo los principales actores de Juntos por el Cambio en Mar del Plata), la continuidad del equilibrio es una definición en sí misma: a diferencia de otros intendentes del PRO, Montenegro no tiene previsto salir a enrolarse públicamente en las filas de la exministra de Seguridad.
En el almuerzo con el intendente y en un encuentro que mantuvo en un hotel céntrico con dirigentes de la quinta sección electoral, a la que asistió el senador Alejandro Rabinovich, hombre de confianza de Montenegro, Larreta reivindicó el esquema de la V: internas en Nación y Provincia, listas de unidad en los 22 distritos bonaerenses gobernados por el PRO.
El intendente le planteó la necesidad de una fórmula de consenso en la provincia para derrotar al gobernador y fortalecer las chances nacionales. Pero Larreta –que ya cedió en la Ciudad de Buenos Aires al tener que ungir a Jorge Macri– evita el repliegue: ratificó la competencia entre Diego Santilli y Néstor Grindetti.
Para Montenegro, eso está por verse. Y utiliza esa y otras indefiniciones para nutrir de argumentos a la suya. Insiste en que no está claro quiénes serían sus rivales ni cómo competirán. “Para nosotros, el único candidato a intendente definido es el de Milei”, exageran cerca suyo, en alusión a Rolando Demaio, el economista que competirá con el sello de La Libertad Avanza en Mar del Plata.
–¿La definición será el 24 a la medianoche, sobre el filo del cierre de listas? –consultó LA CAPITAL.
–No, hay que esperarla para antes del 20. Posiblemente se anunciará ese fin de semana largo. Si no, no queda tiempo para armar las listas –respondió uno de los hombres que cuida como un tesoro el secreto mejor guardado de Monetenegro.
Mientras, su principal socio político en Mar del Plata, Maximiliano Abad, tiene sobre la mesa las ofertas de los dos sectores enfrentados del PRO para integrar la fórmula bonaerense. El jefe del comité provincial de la UCR sigue haciendo esfuerzos en el mismo sentido de Montenegro para esquivar la interna provincial, pero no disimula su inclinación hacia el espacio de Bullrich. Grindetti parece esperarlo con los brazos abiertos: siempre que puede destaca su capacidad para analizar la política.
A diferencia de otros intendentes del PRO, Montenegro no tiene previsto salir a enrolarse públicamente en las filas de la ex ministra de Seguridad.
El Frente de Todos tampoco es un lugar en el que reine la certidumbre. Entusiasmado con la posible candidatura presidencial de Wado de Pedro, el gobernador Axel Kicillof dijo primero que estaba casi todo cerrado para que su compañera de fórmula en la provincia sea otra vez Verónica Magario, pero al otro día aclaró que hará “lo que le convenga al conjunto del Frente de Todos”, que, según su lógica, no es otra cosa que lo que decida Cristina Fernández de Kirchner.
En el otro rincón, Daniel Scioli se ocupó de desmentir que piense bajar su precandidatura presidencial, y Victoria Tolosa Paz se anotó para competir en las PASO contra Kicillof. Cerca del embajador ratificaron ante cada micrófono y en cada off the record que armarán listas en todos los distritos bonaerenses, como exigió Máximo Kirchner a los que pretendan competirle al kirchnerismo.
Relatan una vieja anécdota del exmotonauta. Debía correr una final mundial de Offshore y le habían entregado una de las lanchas más lentas. Según la versión, tal vez edulcorada, había quienes le decían que no valía la pena correr. Pero él igual se subió a la lancha. “En el transcurso de la carrera, otros pilotos se fueron quedando y Scioli, aunque iba más lento, se mantuvo y ganó”. Se adivina la intención de comparar a esos pilotos que se quedaron en el camino con CFK y Sergio Massa.
De confirmarse la interna en las PASO en la Nación y en la Provincia, algo que en el kirchnerismo no terminan de visualizar, también habrá competencia en Mar del Plata. El precandidato a intendente de Scioli competiría contra Fernanda Raverta. Aunque el director del Correo Argentino en la ciudad, Rodolfo “Manino” Iriart, levantó la mano en señal de alistamiento, en sus filas no descartan otras opciones. Se preguntan por qué no Gustavo Pulti. Sospechan que no quedaría espacio para una boleta suelta de Acción Marplatense si hay dos nóminas del Frente de Todos. Especulaciones.
“Hay que esperar la decisión para antes del 20. Posiblemente se anunciará ese fin de semana largo. Si no, no queda tiempo para armar las listas”, dicen cerca del intendente
Por fuera de lo electoral, el dato político saliente fue el sonoro rechazo de las concesionarias del transporte al pliego elaborado por el Ejecutivo. El oficialismo había frenado su tratamiento en el Concejo. Como si previera lo que se venía, no ponía el expediente en el orden del día de la Comisión de Movilidad Urbana –que maneja– desde fines de marzo. Ingresada la nota de Cametap, repensó la estrategia: volvió a ponerlo en debate, a sabiendas de que la postura empresarial disparará posiciones encontradas con la oposición.
Inflación de más del 100% anual, restricciones a las importaciones, incertidumbre sobre los subsidios: en Juntos por el Cambio comparten los motivos económicos que esgrimió la cámara. El gobierno municipal no se pronunció. Por lo bajo no descartó cambios que tomen en cuenta esas variables, pero rechazó modificar algunos puntos que también solicitaron los empresarios, como la cláusula antimonopólica.
Otro asunto sensible saltó a los medios por motivos inesperados y agitó el Whatsapp del intendente casi tanto como la rosca electoral. Kicillof tenía previsto reunirse con el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, para firmar un convenio por el Estadio Unico de La Plata. El encuentro no se produjo, pero Montenegro quiso saber de qué se trataba y si, de alguna manera, chocaba con sus gestiones para convertir al José María Minella en la Casa de las Selecciones Nacionales. Fue una falsa alarma: lo que iba a rubricar el gobernador era la extensión de un contrato para el uso del estadio, uno de los que alberga el Mundial Sub 20.
En el Frente de Todos también rechazaron que Kicillof tenga alguna intención de hacer del Estadio Unico lo que Montenegro pretende en el Minella, que dicho sea de paso conservará su nombre. El pedido de Vito Amalfitano para que pase a llamarse Emiliano Martínez, por el “Dibu”, fue rechazado por el Emder. Entre los argumentos, el ente conducido por Andrés Macció señaló que no es “adecuado” realizar cambios en medio de las tratativas con la AFA. Traducción: de concretarse el acuerdo, la entidad que dirige Tapia, y sus sponsors, tendrían facultades para alterarle el nombre. Aunque no resultó fruto de un convenio con la AFA, cuadra el ejemplo del Más Monumental de River.
La respuesta del Emder esconde lo que para muchos es una noticia: a pesar de las dilaciones, el plan de Montenegro para el Minella no murió. “Sigue vivo, recontra vivo”, confirman en el gobierno. Pero ahora evitan ponerle plazo.